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17 septiembre 2025

 

LOS LIBROS HISTÓRICOS

Una obra del misionero Pablo Hoff Becker. El libro constituye una verdadera herramienta útil de fe para el pueblo creyente de habla hispana. Abarcan aproximadamente un período de ochocientos a mil años.



La historia de Israel encierra un importante mensaje para la Iglesia de hoy: el plan de Dios triunfa a pesar de las vicisitudes que sufra su pueblo, la oposición de sus enemigos y el fracaso humano. En el libro de Josué vemos a Israel “imponente como ejércitos en orden”, tomando posesión de su heredad sin que nada pueda oponérsele. El libro de los Jueces nos muestra cómo Dios suscita libertadores, algunos muy indignos como Sansón, para librar a su pueblo en momentos de crisis. A pesar de la ignorancia espiritual, la inmoralidad y el caos social de aquella época de los jueces, existían la bondad y la piedad, como se ve en el libro de Rut.

Obra del misionero Pablo Hoff Becker, el tomo “Los libros históricos” constituye una herramienta útil de fe para el pueblo creyente de habla hispana. El texto de Hoff está conformado por la segunda división del Antiguo Testamento, que comienza con Josué y termina con Ester, y a largo de sus más de doscientas ochenta páginas se narran la conquista Canaán y el establecimiento de Israel en ese país, su posterior florecimiento, decadencia y caída. Además se reseña el cautiverio babilónico y la restauración del pueblo israelita a Palestina.

Los jueces procedían de distintos estratos de la sociedad, y hasta hubo entre ellos una mujer. Tuvieron, sin embargo, dos rasgos en común: fueron especialmente elegidos por Dios para librar a su pueblo y fueron investidos por el Espíritu para llevar a cabo su misión. Por regla general no tenían milagros como credenciales: solamente obtenían victorias. Tenían muchos defectos morales, pero también tenían valentía; algunos, como Jefté y Sansón, son contados entre los héroes de la fe en Hebreos 11. Su obra era brutal y despiadada, pero era una lucha por su vida y por la defensa de la existencia misma de su pueblo.

Hoff, siervo del Todopoderoso con más de cuarenta años de servicio en América Latina, en el prólogo de su libro exhorta a que antes de leerla se estudie el texto bíblico que corresponda a cada parte de la obra. Así el autor estadounidense, en el preámbulo de “Los libros históricos”, sentencia que: “debemos tener presente que la Biblia es la mejor intérprete de sí misma, y que el creyente tiene la unción que le enseña todas las cosas. Dios habla hoy a través de su Palabra, pero debemos leerla, tener un corazón atento para oír la voz divina”.

Rut, un personaje

El diminuto libro de Rut es un verdadero idilio (obra acerca de una vida bucólica y pastoral sencilla y agradable). Es una de las historias más encantadoras de la literatura hebrea. Fue escrito en un estilo literario lleno de interés humano, tragedia, humor y amor. Todos sus detalles concuerdan perfectamente con la región y la época descritas. Además, Rut figura en la genealogía de uno de los más importantes personajes en la historia de Israel: David. No es probable que un autor de novelas trazara el origen ancestral del famoso rey hasta una moabita. Finalmente, el Nuevo Testamento habla de Rut como un personaje histórico (Mateo 1:5).

“Los libros históricos”, que  abarcan aproximadamente un período de ochocientos a mil años, en opinión de Pablo Hoff se deben estudiar, en primer lugar, porque buena parte del resto de las Sagradas Escrituras quedaría incomprensible si se desconociera el relato fidedigno de Israel. Asimismo, porque complementan la historia contenida en el Pentateuco y hace comprensibles algunos Salmos y los libros proféticos. También, según Hoff, iluminan verdades neotestamentarias. Además, esta obra enseña grandes lecciones morales y espirituales.

Samuel comprendió que su ocaso había llegado. Por lo tanto, renunció a su cargo de gobierno para dar lugar a otro hombre que sería soberano de la nación. Sin embargo, no abandonaría su cargo profético ni dejaría de interceder por el bien de la nación. En su discurso de despedida, apeló a la historia de Israel para indicar que Jehová siempre se había revelado como el verdadero rey de Israel, y había tratado con el pueblo de acuerdo con su actitud ante la Ley. La historia de Israel era una repetición de pecado, servidumbre, dolor y salvación. Afirmó que la monarquía por sí misma no los salvaría de los altibajos del pasado.

En los libros de Samuel, Reyes y Crónicas, el autor afirma que se observan no sólo el establecimiento de la monarquía en Israel y su florecimiento, sino también su decadencia hasta el punto de parecer que se apagará la lámpara del conocimiento del verdadero Dios. Guiado por el Señor, Hoff igualmente refiere que los pensamientos expresados en su obra fueron construidos con la idea de ayudar a comprender y apreciar mejor la historia de Israel, pueblo que preparó el camino para aquel que redimiría a la humanidad.

Mente y corazón

Israel llegó al apogeo de su gloria material en el reinado de Salomón. Las características de su reinado fueron: justicia, paz, prosperidad y prestigio internacional. Así su gobierno se asemeja al cuadro del reino milenario pintado por los profetas. David había establecido el reino hebreo sobre fundamentos sólidos; había vencido a los enemigos de Israel y extendido los límites de la nación al mayor alcance de su historia. Había formado también un fuerte ejército para conservar la paz. Por lo tanto, Salomón cosechó los beneficios de la labor de su padre, con una brillante posibilidad de éxito.

Teólogo y autor de varios libros cristianos de amplio uso en iglesias, institutos bíblicos y seminarios de Latinoamérica, Hoff colocó en puntos estratégicos de “Los libros históricos” una serie de cuestionarios que contribuyen a reforzar el aprendizaje del contenido de su publicación. Del mismo modo, el misionero realizó de forma oportuna una secuencia de reflexiones orientadas a despejar las dudas que se puedan presentar a la hora de leer el texto. Además, el objetivo primordial del autor norteamericano apuntó a ayudar a los obreros cristianos en su formación.

Los israelitas escucharon atentamente mientras Esdras leyó la Palabra desde un estrado de madera levantado para esta ocasión. Después les dio la oportunidad a los levitas de explicar el sentido de la Ley al pueblo, haciéndosela entender. Cuando Esdras comenzó a alabar al Señor, muy pronto se oyeron exclamaciones de “¡Amén!” de parte del pueblo. Así se demostró que la Palabra había alcanzado tanto a la mente como al corazón de los oyentes. La explicación de la Palabra fue tan eficaz, que el pueblo se dio cuenta de que había pecado y que necesitaba a Dios. El arrepentimiento del pueblo produjo llanto en él, pero Nehemías y Esdras hablaron palabras de consuelo.

¿Alguna vez se ha imaginado una Biblia que no incluyera las historias de Josué, Sansón, David y Elías? El creyente y escritor Pablo Hoff responde que sería una Escritura inmensamente empobrecida, mucho menos interesante; una Biblia que carecería de los libros históricos. Unos libros históricos que, desde la visión de Hoff, señalan cómo se cumplió al pie de la letra el mensaje profético y revelan la forma en que los repetidos fracasos de Israel demuestran claramente cuán importante era que la Ley por sí sola efectuara la verdadera salvación.

El libro de Ester, junto con Cantares, se distingue de los otros libros de la Biblia porque evita nombrar a Dios y no enseña la Ley ni la religión judía. Sin embargo, la historia de Ester revela por doquier la mano de Dios sobre su pueblo. El libro relata cómo Dios empleó a una hermosa doncella judía para librar a su pueblo disperso en el imperio persa del peligro de muerte que se cernía sobre él. Ilustra magníficamente la providencia de Dios. La palabra providencia viene del latín “pro” y “videre”, y quiere decir “mirar adelante” o “prever”. El Dios que todo lo prevé, planea de antemano sus buenos propósitos para con sus hijos y luego los lleva a cabo.

Ampliados:

“Los libros históricos”, que  abarcan aproximadamente un período de ochocientos a mil años, en opinión de Pablo Hoff se deben estudiar, en primer lugar, porque buena parte del resto de las Sagradas Escrituras quedaría incomprensible si se desconociera el relato fidedigno de Israel. Asimismo, porque complementan la historia contenida en el Pentateuco y hace comprensibles algunos Salmos y los libros proféticos.

Israel llegó al apogeo de su gloria material en el reinado de Salomón. Las características de su reinado fueron: justicia, paz, prosperidad y prestigio internacional. Así su gobierno se asemeja al cuadro del reino milenario pintado por los profetas. David había establecido el reino hebreo sobre fundamentos sólidos; había vencido a los enemigos de Israel y extendido los límites de la nación al mayor alcance de su historia.

 

LA BIBLIA

La Biblia es, sin ningún género de duda, uno de los más ricos tesoros de la literatura universal de todos los tiempos


La Biblia es, sin ningún género de duda, uno de los más ricos tesoros de la literatura universal de todos los tiempos. Nadie en lo mínimo informado podría negar la evidencia del gran tesoro cultural encerrado en esta colección de antiguos escritos judeo-cristianos, que alternan la narrativa histórica con los códigos legales, las normas de conducta con la delicada belleza de la lírica hebrea, los discursos didácticos o morales con la interpretación de sueños y visiones.

Sin embargo, el valor principal de la Biblia no consiste en razones estéticas ni en motivo alguno de índole cultural, sino en su contenido esencialmente espiritual, que hace de ella el libro sagrado por excelencia, tanto para el pueblo de Israel en particular como para el mundo cristiano en general. Porque todo en la Biblia está ordenado a revelar que Dios, autor de la vida y de cuanto existe, no es un ser inaccesible, oculto en la hondura de su divinidad y ajeno a los problemáticos planteamientos de la historia del ser humano, sino un Padre amoroso y perdonador, que se acerca a las personas para liberarlas de sus propias faltas y errores.

El valor espiritual de la Biblia, que se descubre claramente en su título de “Sagradas Escrituras” o “Santas Escrituras” (ver Romanos 1:2) es además refrendando por la forma en que a ellas se refieren Jesús y los autores del Nuevo Testamento: Dios nos habla en los escritos proféticos, como también en los demás libros del catálogo bíblico (ver: Mateo 1:22; 2:15; Romanos 1:2; 1 Corintios 9:9); los profetas al predicar o anunciar algún acontecimiento futuro, son transmisores de la palabra y la voluntad de Dios (ver: Mateo 2:17; 3:3; 4:14), y la auditoria de las Escrituras es incuestionable (ver: Mateo 5:17-18; Juan 10:35; Hechos 23:5), pues son resultado directo de la actividad del Espíritu Santo (Hechos 1:16; 28:25).

La fe cristiana, de modo unánime, expresa su convicción respecto al valor y la vigencia permanentes de la Biblia con declaraciones afirmativas como hallamos en 2 Pedro 1:19-21: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:19-21; 2 Timoteo 3:15-17). Esta autoridad última de la Biblia – Palabra de Dios y obra inspirada por el Espíritu Santo- en cuanto que es alimento de la fe, fuente de luz, y aliento, y estímulo para la vida personal y comunitaria, es patrimonio común de todo creyente cristiano.

Pasada la época en que se redactaron los escritos del NT, la iglesia cristiana reconoció en ellos valores de revelación divina y autoridad doctrinal y ética idénticos a los del AT (ver: Marcos 16:15-16; Lucas 1:1-4; Juan 20:31; 1 Tesalonicenses 2:13). El mismo NT ofrece un avance explícito de tal reconocimiento al equiparar las epístolas de Pablo a “las otras Escrituras” (2 Pedro 3:15-16). Pero, sobre todo, fue a lo largo del siglo II d.C. cuando, paso a paso, el pueblo cristiano recibió como libros sagrados, junto a los del Antiguo Testamento, la totalidad de los que constituyen el Nuevo, quedando de esta manera completada la Biblia en su forma definitiva.

Afirmar el origen religioso y la autoridad final de los textos bíblicos no supone negar o restarle importancia a la actividad humana, a la cual se debe el prolongado proceso de su redacción y compilación. Los libros fueron escritos por manos de personajes históricos, de los que desconocemos algunos, y de otros tenemos apenas alguna noticia (ver: Efesios 1:13; Amós 1:1; 7.14; Lucas 1:1-4; 1 Corintios 15:21; Gálatas 6:11). Precisamente, esa presencia del escritor humano es el factor que incorpora a las Escrituras la extraordinaria riqueza idiomática, estilística, cultural y teológica que las caracteriza.

La Biblia:

Biblia es una palabra griega que significa propiamente “libritos”. De ahí que se le haya dado el título de Biblia, a la colección de pequeños libros que, aun cuando diversos en origen, extensión y contenido, se hallan esencialmente unidos por el significado religioso que tienen para el pueblo de Israel y para todo el mundo cristiano: unidad y diversidad que no se oponen entre sí, sino que completan para darle a la Biblia su especialísimo carácter.

Diversidad de designaciones:

Desde tiempos remotos, este libro sin igual ha sido conocido con diferentes designaciones. Así, los judíos, para quienes la Biblia solo consta de la parte que los cristianos conocen como el Antiguo Testamento, se refieren a ella como Ley, Profetas y Escritos (ver: Lucas 24:44), términos representativos de cada uno de los bloques en que, para el judaísmo, se divide el texto bíblico trasmitido en la lengua hebrea:

(a) Ley (heb. Torah), que comprende los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

(b) Profetas (heb. Nebiim), agrupados en:

-Profetas Anteriores: Josué, Jueces, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 Reyes.

-Profetas Posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.

(c) Escritos (heb. Ketubim): Job, Salmos, Proverbios, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesiastés, Lamentaciones, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, 1 y 2 Crónicas.

El referido título, Ley, Profetas y Escritos, aparece reducido en ocasiones a la Ley y los Profetas (ver: Mateo 5:17) o, de modo aún más sencillo, a la Ley (ver: Juan 10:34).

En el cristianismo, con la incorporación de los libros del Nuevo Testamento y justamente a partir de la manera en que allí se citan los del Antiguo, es común referirse a la Biblia como Las Sagradas Escrituras o, de forma alternativa, como la Sagrada Escritura, Las Escrituras, o La Escritura (ver: Mateo 21:42; Juan 5:39; Romanos 1:2). Frecuentemente, con esta última y más breve designación se hace referencia a algún pasaje bíblico concreto (ver: Marcos 12:10; Juan 19:24).

Las locuciones Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, en su sentido de títulos respectivos de la primera y segunda parte de la Biblia, comenzaron a utilizarse entre los cristianos, entre los cristianos de fines del siglo II d.C. sobre la base de texto como 2 Corintios 3:14. La palabra “testamento” representa aquí la alianza o pacto que Dios establece con su pueblo: en primer lugar, el pacto con Israel (ver: Éxodo 24:8; Salmos 106:45); luego, el nuevo pacto anunciado por los profetas y sellado con la sangre de Jesucristo (ver: Jeremías 31:31-34; Mateo 26:28; Hebreos 10:29)

CLASIFICACIÓN DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA.

Los libros de la Biblia no se han clasificado siempre en el mismo orden. Aun en la actualidad aparecen dispuestos de distintas maneras, siguiendo para ello los criterios sustentadora a este respecto por diferentes tradiciones.

La versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, en todas sus ediciones, se ha sujetado a la norma de ordenar los libros de acuerdo con su carácter y contenido, en la forma siguiente:

Antiguo Testamento:

(a) Literatura histórico-narrativa: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Esdras Nehemías y Ester.

(b) Literatura poética y sapiencial (o de sabiduría): Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Canta de los Cantares.

(c) Literatura Profética:

Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel.

Profetas Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.

Nuevo Testamento:

(a) Literatura histórico-narrativa:

Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Hechos.

(b) Literatura Epistolar:

Epístolas Paulinas: Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos.

Epístolas Universales: Santiago, 1 y 2 Pedro; 1, 2 y 3 Juan; y Judas.

(c) Literatura Apocalíptica: Apocalipsis (o Revelación) de San Juan.

La formación de la Biblia:

Para comprender los distintos aspectos del proceso de formación de este conjunto de libros que llamamos Biblia, es necesario atender al hecho básico de su división es dos grandes partes indisolublemente vinculadas entre sí por razones culturales y espirituales: al Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.

El Antiguo Testamento (AT) recoge y transmite la experiencia religiosa del pueblo israelita desde sus orígenes hasta la venida de Jesucristo. Los libros que los componen son el testimonio permanente de la fe de Israel en el Dios único y verdadero, Creador del universo. Es el Dios que quiso revelarse de manera especial en la historia de su pueblo, guiándolo con su Ley, beneficiándolo con el pacto de su gracia y haciéndolo objeto de sus promesas. Paso a paso, Dios los convirtió en una nación unida por la fe, la sostuvo y le mostró sin cesar la senda de justicia y santidad que debía seguir para no perder sus señas de identidad como pueblo elegido. Así, el AT, documenta la historia de Israel desde la perspectiva del sentimiento religioso, mantiene viva la expresión cúltica de su fe a través del culto y recoge las instrucciones de sus profetas y las inspiradas reflexiones de sus sabios y poetas.

El Nuevo Testamento (NT) es la referencia definitiva de la fe cristiana. En él se hallan consignados los acontecimientos que dieron origen a la Iglesia de Jesucristo, el Hijo eterno de Dios. Los evangelios narran el nacimiento de Jesús en tiempos del rey Herodes; sus hechos y sus enseñanzas; su muerte en una cruz por orden de Poncio Pilato, gobernador de Judea; y su resurrección, después de la cual se manifestó vivo a aquellos que antes había escogido para que anunciaran el mensaje universal de la salvación.

Contiene el NT el relato de los primitivos movimientos de expansión de la fe cristiana, como vivieron y actuaron los primeros discípulos y apóstoles, como nacieron y se desarrollaron las primeras comunidades y cómo el Espíritu Santo impulsó a los creyentes de entonces a dar testimonio de su esperanza en Jesucristo ante gentes de toda raza, nación y cultura.

El proceso de redactar, seleccionar y recopilar los textos de la Biblia se prolongó por espacio de muchos siglos. Con el transcurso del tiempo han desaparecido los datos relativos al origen de gran parte de los libros, es decir, al momento en que ellos quedaron fijados por escrito los relatos y enseñanzas que hasta entonces, y quizás durante muchas generaciones, habían sido transmitidos oralmente.

Por otra parte, en este largo y complejo proceso de formación, los autores resultan a veces de muy difícil o incluso imposible identificación. Así ocurre especialmente en los casos en que fueron varios redactores los que escribieron textos que posteriormente quedaron compilados en un único libro, o también cuando en la composición de la literatura bíblica se utilizan o se incluyen documentos de la época (Ej. Números 21:14; Josué 10:13; Judas 14-15).

Valor espiritual de la Biblia:

La Biblia es, sin duda, uno de los más preciados legados literarios de la humanidad. Sin embargo, su verdadero valor no radica de manera sustancial en el hecho literario. La riqueza de la Biblia consiste en el carácter esencialmente espiritual de su mensaje, que la convierte en el libro sagrado por excelencia, tanto para el pueblo de Israel, como para la iglesia cristiana.

En esta colección de libros, la Ley se presenta como una ordenación divina (Éxodo 20; Salmos 119), los Profetas tienen la conciencia de ser portadores de mensajes de parte de Dios (Isaías 6; Jeremías 1:2; Ezequiel 2-3) y los Escritos enseñan que la verdadera sabiduría encuentra en Dios su origen (Proverbios 8:22-31).

Estos valores espirituales se ponen de manifiesto, no solo en el título de Sagradas Escrituras, sino también en la forma en que Jesús y en general los autores del NT se refieren al Antiguo, es decir, a los textos bíblicos escritos en épocas precedentes. Esto ocurre, por ejemplo cuando, leemos que Dios habla por medio de los profetas o por medio de alguno de los otros libros (Mateo 1:22; 2:15; Romanos 1:2; 1 Corintios 9:9), o cuando los profetas aparecen como aquellas personas mediante las cuales “se dice” algo o “se anuncia” algún acontecimiento, forma hebrea de expresar que es Dios mismo quien lo dice o lo anuncia (Mateo 2:17; 3:3; 4:14); también cuando se afirma la permanente autoridad de las Escrituras (Mateo 5:17-18; Juan 10:35; Hechos 23:5), o cuando se las relaciona especialmente con la acción del Espíritu Santo (Hechos 1:16; 28:25). Formas magistrales de expresar la convicción común a todos los cristianos respecto del valor de las Escrituras se encuentran en pasajes como 2 Timoteo 3:15-17 y 2 Pedro 1:19-21.

La iglesia cristiana, desde sus orígenes, ha descubierto en el mensaje del evangelio el mismo valor de palabra de Dios y la misma autoridad del AT (Marcos 16:15-16; Lucas 1:1-4; Juan 20:31; 1 Tesalonicense 2:13). Por eso, en 2 Pedro 3:16 se equiparan las cartas de “nuestro amado hermano Pablo” (v.15) a las “otras Escrituras”. Paulatinamente, a partir del siglo II d.C., se les fue reconociendo a los 27 libros que forman el NT su categoría de libros sagrados y, en consecuencia, la plenitud de su autoridad definitiva y su valor espiritual.

Tal reconocimiento, que implica al propio tiempo el de la presencia, dirección e inspiración del Espíritu Santo en la formación de las Escrituras, no descarta en absoluto la actividad física y creativa de las personas que redactaron los textos. Ellas mismas se refieren a esa actividad en diversas ocasiones (Eclesiastés 1:13; Lucas 1:1-4; 1 Corintios 15:1-3; 11; Gálatas 6:11). La presencia de numerosos autores materiales es precisamente la causa de la extraordinaria riqueza de lenguas, estilos, géneros literarios, conceptos culturales, y reflexiones teológicas que caracterizan la Biblia.

 

EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos… discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. – Hebreos 4:12.


Siendo renacidos… por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. – 1ª Pedro 1:23.

En una feria, una pareja joven me abordó. Tenían cierto conocimiento de la Biblia, pero simpatizaban con un movimiento espiritual que niega la culpabilidad del hombre ante Dios. En el curso de la conversación, el hombre dirigió su mirada hacia una gran Biblia que teníamos expuesta y leyó en voz alta: “Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas que te hacen divagar de las razones de sabiduría” (Proverbios 19:27). Un tanto provocante me preguntó: –¿Qué quiere decir eso?

Tomé lentamente mi Biblia para citarle algunas palabras de Jesús y mostrarle el valor de su muerte para el perdón de los pecados, pero me detuvo: –¡No, no busque por toda la Biblia; respóndanos mediante la página que tenemos en frente! Entonces bajé la mirada hacia la Biblia abierta y me encontré con este versículo: “¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?” (Proverbios 20:9). Tranquilamente le pedí que lo leyese, y lo hizo en voz alta. El joven se quedó paralizado, sin decir palabra. Luego hizo una señal a la chica, quien continuaba discutiendo, e inmediatamente se fueron.

La Palabra de Dios había tocado su conciencia mostrándole su estado ante Dios. ¿Recibiría el perdón por medio de Jesucristo? Si lo hizo, estará limpio de todo pecado, y eso eternamente.

 

¿ES BÍBLICO TANTOS APLAUSOS EN LA IGLESIA?

Rev. Luis M. Ortiz: Realmente, un aplauso se le da a cualquiera, al predicador, al político, al orador, al atleta, al caballo, al perro; pero la alabanza y la adoración expresada pertenece solo y exclusivamente a Dios.


En las Sagradas Escrituras, apenas hay once citas bíblicas con relación al aplauso o batir las manos. Veamos:

• En Números 24:10, Barac batió sus manos con indignación e ira para recriminar a Balaán por haber bendecido al pueblo de Israel en vez de haberlo maldecido.

• En Job 34:37. Eliú acusa a Job de iniquidad, rebelión e hipocresía, y que batía sus manos como si fuera justo.

• En 2 Reyes 11:12, el pueblo reunido bate palmas en la coronación del niño-rey, Joás de Judá.

• En Lamentaciones 2:15, los enemigos de Jerusalén batieron palmas de burla y de desprecio antes la destrucción de la ciudad.

• En Ezequiel 21:14, Dios ordena al profeta a batir sus manos mientras profetizaba dando énfasis al juicio y a la destrucción de Jerusalén.

• En Ezequiel 21:17, Dios dice que Él también batirá palmas, afirmando así el juicio y la destrucción de Jerusalén.

• En Ezequiel 25:6, los de Amón batieron sus manos de alegría por la ruina y destrucción de Jerusalén.

• En Nahum 3:19, todos los oprimidos por el imperio Asirio y de su capital, Nínive, batieron palmas por la total ruina y destrucción de dicho imperio.

Es muy notable y significativo que de batir de palmas o aplausos en el pueblo de Dios no era una cosa común y corriente en la alabanza y la adoración a Dios. Es decir, que en ninguna de las ocasiones acompañó al aplauso con la alabanza expresada. No había aplausos sin alabanza, aunque había muchas alabanzas sin aplausos.

Notemos los siguientes tres versículos que son los únicos en la Biblia que incluyen el aplauso en la alabanza y adoración a Dios:

• “Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.”  Salmo 47:1.

• “Cantad alegres a Jehová, toda la tierra; levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.”  Salmo 98:4.

• “Porque con alegría saldréis (la alegría expresada del pueblo por la Palabra de Dios expresada por su boca, versículo 11), y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.”  Isaías 55:12.

Por otro lado, con relación a la alabanza expresada oralmente, sin aplausos, hay más de 150 versículos.

En ocasiones he predicado en congregaciones que en vez de alabar a Dios con “voz de júbilo y de salvación”, (Salmo 118:15), han comenzado meramente a aplaudir, he tenido que detener el mensaje para orientarles y decirles que la alabanza a Dios como “frutos de labios”, (Hebreos 13:15), y “sacrifica a Dios alabanza”, (Salmo 50:14), no puede ser sustituida con aplausos. Que está bien que aplaudan pero siempre alabando a Dios con voces de júbilo y salvación, para que ellos mismos estén bien conscientes a quién y por qué aplauden. Realmente, un aplauso se le da a cualquiera, al predicador, al político, al orador, al atleta, al caballo, al perro, pero la alabanza y la adoración expresada pertenece solo y exclusivamente a Dios.

Evidentemente, muchos, y aún pentecostales, están imitando en sus congregaciones los aplausos secos y vacíos de los programas evangélicos en la televisión, sustituyendo así la alabanza expresada. ¡Cómo si tuvieran sus lenguas pegadas al paladar!

 

ISRAEL, RELOJ PROFÉTICO DE DIOS

Cristo viene pronto. Sí amados, el escenario está listo. ¡Y nosotros debemos estar listos esperando al Señor!



El pueblo de Israel es el reloj profético de Dios. Lo que suceda en Israel o con respecto a Israel, tiene un significado profundo y transcendental para todo el mundo. Existen varias señales que  indican que nuestro Señor Jesucristo regresará pronto.

SEÑALES NOTABLES RELACIONADAS CON ISRAEL QUE INDICAN QUE EL SEÑOR VIENE PRONTO

Geográficamente, Israel está en el centro de la tierra, y por consiguiente ha sido llamado “el ombligo de la tierra”.

Científicamente, de ese pueblo han surgido los sabios más prominentes que ha visto la humanidad: en la antigüedad, Salomón; en la era moderna, Albert Einstein.

Tecnológicamente, este pueblo ha logrado hacer milagros en la agricultura, industria e irrigación.

Políticamente, esta región ha atraído la atención de las grandes potencias en todos los tiempos.

Militarmente, este pueblo ha asombrado al mundo, ganando una guerra en seis días a un enemigo superior.

Espiritualmente, esta región es el centro de la vida religiosa y espiritual del mundo.

Proféticamente – tema central de este texto – es el centro de la profecía sagrada en el mundo; pues, en torno a este pueblo, giran las grandes profecías bíblicas, y esta  región será el escenario de la última guerra.

El pueblo de Israel es el reloj profético de Dios. Lo que suceda en Israel o con respecto a Israel, tiene un significado profundo y transcendental para todo el mundo. Existen varias señales que  indican que nuestro Señor Jesucristo regresará pronto.

1° EL REGRESO DE LOS ISRAELITAS A LA TIERRA PROMETIDA

Dios había repetido a Israel que sería desarraigado de su tierra si desobedecía sus ordenanzas. Dice la Biblia:

“Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo… y no descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo… y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida… y serás vendido a tus enemigos por esclavo…”, Deuteronomio 28:64-68.

Todo esto se cumplió al pie de la letra. Los sufrimientos, persecuciones, masacres de judíos y la dispersión por las naciones a lo largo de la historia, son incontables e indecibles.

Pero también Dios les prometió que en los postreros días los haría regresar a su tierra. Está escrito en Jeremías 23:8 “Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra”. Y en Isaías 43:5-6 “Del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: da acá; y al sur: no detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra”.

En 1948, había en Israel 700,000 judíos, en la actualidad el número llega a los 7,6 millones de habitantes.

El profeta Daniel preguntó a Dios cuándo serían las maravillas que Él le mostró. La respuesta fue: “Cuando se acabe la dispersión”.

¡Gran señal de que Cristo viene pronto!

2° EL RESURGIMIENTO DE LA NACIÓN DE ISRAEL

Nuestro Señor Jesucristo, refiriéndose al resurgimiento de Israel como nación, dijo: “De la higuera aprended la parábola: cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”, Mateo 24:32-35.

El 14 de mayo de 1948, el estado de Israel fue establecido. Después de constituida las Naciones Unidas, Israel fue la primera nación reconocida. ¡La higuera ha estado echando sus renuevos! ¡La higuera, Israel, está llena de renuevos! ¡A pesar de ser una nación joven, y a pesar de la continua oposición, Israel es una de las naciones más prósperas de la tierra! ¡Es que la higuera está llena de renuevos! ¡Jesús dijo que cuando viéramos a la higuera, Israel, llena de renuevos, que supiéramos que su Segunda Venida al mundo está a las puertas!

¡Otra gran señal de que Cristo viene pronto!

3° LA REIMPLANTACIÓN DEL IDIOMA HEBREO

En Jeremías 31:23, dice: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá, y en sus ciudades…”

Cuando los judíos comenzaron a regresar en masa a Israel desde el 1948, había grande confusión, pues cada cual hablaba el idioma del país de donde venía. Muy poco se conocía y se hablaba el hebreo.

Un intelectual judío, editor de un periódico dedicó todo su tiempo y su vida a la implantación del idioma hebreo, y hoy este es el idioma oficial, conocido y usado por todos.

¡Una señal más de que Cristo viene pronto!

4° LA RESTAURACIÓN DE LA TIERRA PROMETIDA A ISRAEL

Ésta era tierra que “fluía leche y miel”. Muy fructífera, pero por las invasiones y guerras en esta tierra y por el descuido de los poderes gentiles que gobernaron, gran parte de la tierra se tornó árida y desolada.

Pero para los días postreros, Dios prometió: “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente”, Isaías 35:1,2.

Esto es un hecho en nuestros días. La tierra ha recobrado fertilidad. El desierto de Neguev, al sur del país, ciertamente está florecido y está alegre. Entre otras muchas cosas, se cultivan las más bellas flores que se venden en los grandes mercados de Londres, París y Nueva York.

Israel exporta millones de dólares al año en frutos de la tierra.

Dios también dijo: “Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos”, Ezequiel 36:30. ¡Y hoy en Israel se han plantado más de doscientos treinta millones de árboles!

¡Ciertamente la restauración de la tierra de Israel es otra gran señal de que el Señor viene pronto!

5° LA RESTAURACIÓN DE ANTIGUAS CIUDADES Y EL SURGIMIENTO DE NUEVOS PUEBLOS Y CIUDADES

Para los postreros días, Dios dijo: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas… Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas”, Isaías 54:2,3. También Dios dijo: “Haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas”, Ezequiel 36:33.

¡Y exactamente esto es lo que está sucediendo día tras día en Israel: ciudades en ruinas están siendo reedificadas, y nuevas aldeas, pueblos y ciudades surgen continuamente!

¡Verdaderamente, otra gran señal de que Cristo viene pronto!

6° LA RECONQUISTA DE LA CIUDAD DE JERUSALÉN

Refiriéndose a Jerusalén y a los postreros días, nuestro Señor Jesucristo, dijo: “Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”,  Lucas 21:24.

Jerusalén ha sido hollada o gobernada por los gentiles, desde que Nabucodonosor, rey de Babilonia, la invadió, hace más de 2,700 años.

Después de milenios de dominio gentil sobre Jerusalén, en nuestros días, y luego de una breve guerra del 1967, la ciudad de Jerusalén es gobernada por los judíos.

Cuando ocurra la Segunda Venida de Cristo al mundo, Jerusalén tiene que estar en manos de los judíos. ¡Y ya está! ¡Positivamente esta es otra gran señal de que Cristo viene pronto!

7° LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO EN JERUSALÉN

El primer templo lo fabricó Salomón; fue reconstruido por Nehemías y otro en tiempo del Imperio Medo-Persa. El rey Herodes lo amplió, y este era el templo que existía en tiempos de Cristo, y que luego, en el año 70 de la era cristiana, fue destruido por el general Tito, del Imperio Romano; y solamente quedó una muralla, o sea, el Muro de los Lamentos. La Biblia dice que el anticristo entrará en el templo de Jerusalén.

Hoy, en el lugar del templo está la Mezquita de Omar, de los musulmanes, pero está en territorio de Israel, está en manos de los judíos. El templo será levantado en este mismo lugar, y lo interesante es que ya el templo está pre-fabricado, solamente habrá que montarlo, y esto no tomará mucho tiempo.

Sí amados, el escenario está listo. Cristo viene pronto. ¡Y nosotros debemos estar listos esperando al Señor!

16 septiembre 2025

 

Murió Charlie Kirk, activista cristiano de EE. UU., tras ser atacado durante un evento en Utah

Estados Unidos ha quedado sacudido tras la muerte de Charlie Kirk, un joven activista conservador y fundador de Turning Point USA, quien falleció luego de recibir un disparo durante un acto público en la Utah Valley University. El ataque, ocurrido frente a unas dos mil personas, desató pánico y es actualmente investigado por el FBI y la ATF.


Según testigos, el ataque sucedió durante la ronda de preguntas y respuestas de su conferencia, parte del tour America Comeback. Frente a unas dos mil personas, según relató el ex congresista Jason Chaffetz a la cadena Fox News, Charlie Kirk se encontraba participando como orador invitado en el campus cuando, de manera repentina, un disparo interrumpió el evento. Un video registrado por asistentes muestra el instante en que Kirk se desploma en su silla tras escucharse la detonación, provocando un pánico inmediato entre el público.

Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente Donald Trump escribió en Truth Social: “Todos debemos orar por Charlie Kirk, quien recibió un disparo. Un gran hombre de pies a cabeza. ¡Que Dios lo bendiga!”. El vicepresidente JD Vance y el senador Mike Lee pidieron oraciones y apoyo para su familia, mientras que figuras demócratas como Kamala Harris también condenaron el ataque, afirmando que “la violencia política no tiene cabida en Estados Unidos”.


¿Quién era Charlie Kirk?

Nacido en octubre de 1993 en Wheeling, Illinois, Charlie Kirk dedicó su vida pública a la defensa de los valores conservadores y cristianos. Con apenas 18 años fundó Turning Point USA, organización estudiantil que rápidamente se expandió por todo el país, formando a miles de jóvenes en liderazgo, política y principios de libre mercado, familia y fe.

Su voz fue clave para movilizar a una generación hacia el conservadurismo y respaldar la agenda del presidente Donald Trump. Con un estilo directo y sin temor a la polémica, Kirk se convirtió en uno de los principales defensores de la identidad biológica, la vida desde la concepción y la libertad religiosa.

Padre de dos hijos, Kirk insistía en la necesidad de que los jóvenes vivieran con convicciones firmes y basadas en principios bíblicos, enfrentando la cultura secular con valentía.


Reflexión

La muerte de Charlie Kirk no solo deja un vacío en la política estadounidense, sino también un llamado a la reflexión para todos los creyentes. Su vida muestra que defender la verdad tiene un costo, y que en un mundo que promueve relativismo y confusión, quienes sostienen principios de alta moral cristiana se exponen a la oposición y, muchas veces, a la persecución.

La Biblia nos recuerda:

  • “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10, RV60).
  • “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7, RV60).

El ejemplo de Kirk debe inspirar a todos los que están dispuestos a defender la verdad de Dios por encima del miedo. Así como él subió a los escenarios con convicción, los creyentes estamos llamados a levantar la voz, proclamar el evangelio y no ceder frente a un mundo que intenta silenciar la fe y la moral cristiana.

La historia de Charlie Kirk se convierte en una exhortación para cada generación: permanecer firmes en la verdad, incluso cuando eso signifique pagar el más alto precio.

 

El ADN libro Genético de Dios

El famoso ADN, o ácido desoxirribonucleico, es una molécula que constituye la base de la vida. Esta contiene un mensaje codificado en forma de doble hélice, el cual transmite información y tiene la capacidad de dar órdenes precisas desde el núcleo de las células.



Es importante destacar que tan solo una de estas moléculas en su base celular contiene cuatro veces más información que los trece tomos de la gran Enciclopedia Británica .

Además, cada estructura de ADN tiene un tamaño aproximado de 2 metros. Si consideramos que el ser humano tiene alrededor de 30 billones de células, juntar todo este genoma de ADN de las células daría como resultado cerca de 60 billones de metros de longitud. ¿Impresionante, verdad?

¡Con esta medida, el genoma humano podría ir y regresar de la Luna 68 veces!

El estudio del ADN ha llevado a que importantes científicos ateos cambien de perspectiva, al observar que esta misteriosa molécula posee un extraordinario trabajo de ingeniería química y un diseño moderno, imposible de ser el simple producto del azar o de una generación espontánea.

Este complejo conjunto de elementos bioquímicos, con un total aproximado de 3 mil millones de pares de bases nitrogenadas, ha sido considerado dentro de la comunidad científica creyente como una evidencia de la teoría del Diseño Inteligente. Esta teoría es un argumento científico que explica que las estructuras de los organismos vivos fueron diseñadas por una mente inteligente universal.

Las dos cadenas del ADN, que se unen para formar una espiral o doble hélice, no podrían ser una formación aleatoria. Los genetistas aseguran que este proceso es un ensamblaje perfecto, lo que lleva inevitablemente a considerar el Diseño Inteligente.

En este ensamblaje se integran cuatro bases químicas elementales: adenina (A), guanina (G), timina (T) y citosina (C). Es curioso porque esta base tiene relación con el tetragrámaton (escrito de cuatro letras hebreas) del nombre principal de Dios: יהוה.

Este es el sello de la creación divina en la base del libro biológico más grande e importante: el ADN.

Asimismo, el destacado biólogo y médico líder del Proyecto del Genoma Humano, Francis Collins, escribe en su libro Cómo habla Dios (Parte II), lo siguiente:

“Para mí, como creyente, la revelación de la secuencia del genoma humano tenía una importancia adicional. Este libro estaba escrito en el lenguaje del ADN, por medio del cual Dios dictó vida al ser”.

Conclusión
El ácido celular, que tanta curiosidad y asombro ha causado en la comunidad científica, es un gran código comunicacional creado por Dios para que su criatura, el ser humano, descendiente de Adán y Eva, entienda que Él es el dueño de su cuerpo, más allá de cualquier postura intelectual o conocimiento elevado que lo contradiga.

Espero que este artículo haya edificado significativamente tu vida. ¡Dios te bendiga ricamente, Comunidad de Impacto Evangelístico!

 

Misioneros hacen algo ejemplar para la comunidad en la selva peruana

La región selvática del Perú alberga comunidades indígenas que aún no han sido alcanzadas con el Evangelio de Jesucristo, al igual que las zonas comprendidas en la Ventana 10/40 (que incluye el norte de África y el sur de Asia). Estas comunidades habitan en áreas aisladas, donde sus principales fuentes de vida son la agricultura, la caza y la pesca.


Recientemente, un grupo de misioneros y voluntarios de Proyectos Perú ha incentivado a los residentes locales de las zonas más recónditas de la selva a compartir el Evangelio con las comunidades nativas. A pesar del difícil acceso a estas regiones, han logrado proporcionar los servicios y recursos evangelísticos.

Uno de estos misioneros es el hermano Elías Saboya, líder de la congregación cristiana «La Selva», localizada en la comunidad Asháninka, en el centro-este del Perú. El hermano Saboya suele viajar semanalmente a una comunidad vecina para solicitar el préstamo de una copia de la lección de Escuela.

«Cada semana iba a Amaquiría, una comunidad vecina, en busca de un hermano que pudiera darme su lección. Copié los temas de cada día a mano. No podemos dejar de estudiar la lección; al menos los sábados nos reunimos y revisamos todo. Hago resúmenes para explicarles a los hermanos», explicó el hermano Saboya.

El director de este programa, Eben Espinoza, expresó la gran necesidad que existe en este vasto territorio peruano y mencionó los desafíos presentes. Una de las principales necesidades es adquirir aviones y contar con más voluntarios para ampliar el alcance del proyecto evangelístico. El Sr. Espinoza instó a todos los creyentes a unirse a la Gran Comisión en estas comunidades remotas

Actualmente, la comunidad se ha beneficiado con la recepción de materiales de estudio bíblico por categorías: Guardería, Bebés, Primaria, Intermedia, Jóvenes y Adultos. Esto fue posible gracias a una donación de la editorial ACES Perú.

Reflexión

A pesar del crecimiento del evangelismo en Hispanoamérica, con un aumento del 309% en Brasil, del 245% en Venezuela y del 188% en Perú, aún hay zonas donde el Evangelio no ha sido sembrado de manera suficiente. Estas áreas, con comunidades muy rurales, culturas típicas marcadas y que muestran rechazo hacia personas ajenas a su pueblo, representan un gran reto para nosotros como iglesia del Señor.

Dios seguirá utilizando todos los medios posibles, a través de sus hijos, para que su mensaje de salvación y paz llegue a los menos favorecidos con el Evangelio. Uno de esos medios probablemente seas

Espero que esta noticia te haya edificado grandemente. ¡Dios te bendiga ricamente, Comunidad de Impacto Evangelístico!